Taller abierto...

...al aire, a la noche, a los sonidos. Ha sido un gustazo esta semana de talla.

CONGRUENTER NATURAE VIVERE

Trabajando... trabajando.
Buena onda. El verano va a ser vacacional en la montaña, peeeeeero trabajando.
Después de organizar la cochera de mi madre en Las Cuevas (Soria) con estonterías, percheros y tal, he empezado con Fernando mi broxer, el trabajo de talla en madera para Boletus Dei, restaurante palentino de próxima inauguración. Un tablero de dos metros por 40 centímetros y seis de fondo de purito castaño. Una herramienta cojonuda. Mesa de hierro al aire libre y todo el tiempo de un día de vacaciones para tallar y aprender.
Así se quedan los dedos...

mision cumplida

Pues Lucas ya tiene su bici. Se la entregué ayer que hacía cinco años y le gustó un montón.
Ya se dio cuatro vueltas con ella.

Gracias hermanita

Ha sido bien divertido anoche.
Si el batería hubiera estado más fino, otro gallo cantaría. En el descanso pude ver cómo dialogaban, acalorados, el batería y el guitarrista de la derecha. El de los fallos en los cortes, con desgana y despreocupación decía que tenía sus años y que no tenía dónde caerse... que no tenía una casa, que estaba hasta los cojones y que, a veces, pensaba en poner una bomba en medio del planeta para reventar todo y a tomar por el culo. Me he sentido salvado en mis todavía 39. Y libre.

¿Y esta?

Llegando de las fiestas de Soria me encuentro con esto en casa.
Si eramos pocos... ¿parió la Abuela?, no se. Creo recordar una conversación en todo el hervor de tinto dulce con Monigote o Rut, que me hablaban de un gato o gata de acogida durante unos días. Me lo veo venir. ¿Cuántos días?
Bueno, lo de las fiestas de San Juan... demasiado fuerte para mi edad. Aguanté viernes y sábado, pero el domingo caí, y caí hasta ayer. Menos mal que hoy, martes, he visto a Adrian, tengo las ruedas de la bici de Lucas, y las tengo en Madrid.